De Aguilar de Campoo a Cartagena de Indias

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Un equipo de la Fundación Santa María la Real se ha desplazado hasta Cartagena de Indias, en Colombia. ¿Su cometido? Monitorizar el teatro Adolfo Mejía, dentro de un proyecto mucho más amplio, que implica al Ministerio del Interior y Comunicaciones de Japón, a la empresa japonesa QUNIE y al Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC). El viaje sirvió, además, para estrechar lazos con el Gobierno Colombiano y establecer futuras líneas de colaboración tanto en el ámbito de la conservación del patrimonio cultural, como en otras áreas de interés común.

Nuestra amplia trayectoria en el estudio, conservación y difusión del patrimonio; así como la participación de la entidad en numerosos proyectos de colaboración a nivel europeo e internacional, sirvió para establecer un primer contacto con el IPCC en el 2021, a través de quien era su directora en aquel momento, Saia Vergara Jaime.

Durante un tiempo se ha estado trabajando de forma conjunta con el objetivo de establecer un primer piloto de Smart City en la ciudad colombiana, que cuenta desde 1984 con la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. El primer paso se ha podido dar este año, gracias al apoyo del Ministerio de Interior y Comunicaciones de Japón, MIC, que, a través de la empresa QUNIE, invierte en el desarrollo de proyectos en países como Colombia.

 

 

Primer paso: Teatro Adolfo Mejía

Aunque el objetivo final tanto de la Fundación, como del IPCC y de QUNIE es convertir la ciudad en una smart city, por ahora, la actuación se ha centrado en la monitorización del Teatro Adolfo Mejía. Un edificio del siglo XIX, rehabilitado en el siglo pasado, que se encuentra en el interior de la zona amurallada de la ciudad y constituye un auténtico eje de dinamización turística y cultural.

“La instalación de nuestro sistema de monitorización nos servirá para hacer una prueba de concepto y conocer cómo se encuentra el edificio, tanto ambiental como estructuralmente”, explica Daniel Basulto, arquitecto en la Fundación y coordinador del proyecto. Inicialmente, se han instalado cuatro nodos de control ambiental, que monitorizan aspectos como temperatura y humedad; dos fisurómetros para el control estructural; y cuatro nodos de proximidad, que servirán para evaluar las condiciones de temperatura, humedad y luminosidad de los bienes muebles que alberga el teatro.

“El compromiso de la Fundación es mantener la monitorización durante un año y los datos que obtengamos servirán para planificar de una forma más acertada futuras acciones de conservación o gestión del edificio”, comenta Basulto, quien agradece la colaboración y la acogida que la Fundación ha tenido en Colombia, “nuestro contacto más directo ha sido con Saia Vergara, ex directora del IPCC y hoy coordinadora del Programa Nacional de Escuelas Taller de Colombia, ella fue quien inició este proyecto y durante el desarrollo de la prueba de concepto nos puso en contacto con el Ministerio de Cultura - Viceministerio de Fomento Regional y Patrimonio, para socializar el alcance y la proyección de la iniciativa”.

El actual director del IPCC, Oscar Uriza, manifiesta "cabe destacar también que el proyecto SHCity hace parte de las medidas de monitoreo planteadas en el Plan Especial de Manejo y Protección del Paisaje Cultural de Cartagena, y se da en el marco del proyecto Ciudad Inteligente del Distrito".

 

 

Reunión con el Ministerio de Fomento Regional y Patrimonio

De hecho, más allá de la monitorización del teatro Adolfo Mejía, el viaje de los técnicos de la Fundación sirvió también para mantener una reunión con la viceministra de Fomento Regional y Patrimonio, Adriana Molano; así como con otros técnicos colombianos. Un encuentro orientado a dar a conocer la trayectoria de la Fundación y analizar posibles vías de futura colaboración en ámbitos como la conservación del patrimonio o el empleo. No en vano, en Colombia siguen activos distintos programas de Escuelas Taller, que tuvieron su origen también en Aguilar de la mano de la Fundación y se exportaron con éxito a Latinoamérica, gracias a la implicación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).